El TDAH adulto en 8 preguntas

¿Qué es el TDAH?

El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) es un trastorno del neurodesarrollo, que puede afectar tanto en la etapa infantil como en la adultez. Es un trastorno neurobiológico causado por la confluencia de factores genéticos y ambientales. Es decir, serán necesarias unas características genéticas que moduladas por factores ambientales darán como resultado un conjunto de síntomas.  

El TDAH implica síntomas de inatención, conductas impulsivas, despistes, baja eficiencia en la gestión del tiempo y dificultades en la planificación. El TDAH puede acarrear inconstancia, tendencia a la procrastinación y posible disregulación emocional. Estos síntomas se explican por un desarrollo anatómico anormal y una alteración en la conectividad cerebral.

 

¿Cuál es la sintomatología del TDAH?

Existen 3 síntomas principales + 1.

Los 3 síntomas principales, se interrelacionan. Son: inatención, impulsividad e hiperactividad. El cuarto síntoma es la disfunción ejecutiva.

De forma más concreta:

Inatención

Es la dificultad a la hora de mantener la atención durante un período de tiempo determinado. Pero, ¿por qué es tan importante la atención?, ¿interfieren tanto las dificultades atencionales en nuestro día a día?

La atención es una función cognitiva que nos permite registrar la información, nos permite darnos cuenta de qué pasa en nuestro entorno.

¿Qué tipos de errores te puedes encontrar si eres inatentx?

Abrir la nevera buscando la leche y no encontrarla a pesar de tenerla delante, ir a la habitación a buscar algo y una vez allí no recordar a qué has ido, perder las llaves, comprobar dos veces si has cerrado el coche, buscar el móvil cuando estás hablando por él…todo ello se debe a la inatención.

Una persona inatenta le supone un sobreesfuerzo fijar la atención y:

  • seleccionar al estímulo al que debe atender.
  • Inhibir los estímulos que no son importantes.

 

Impulsividad

La impulsividad es la capacidad de controlar nuestros impulsos. Todos tenemos impulsos, impulsos adecuados e inadecuados, sin embargo, sabemos controlarlos gracias a nuestro control inhibitorio. Esta habilidad nos permite inhibir aquellos impulsos no adecuados en función del contexto. Sabes que delante de tu jefe no puedes bostezar, pero delante de tus amigos si. A las personas con TDAH les cuesta inhibir a pesar de conocer las normas sociales y morales. 

¿Qué puedo notar si soy impulsivx? Me cuesta esperar, soy impaciente en las colas o quiero las cosas para ya. Interrumpo. Digo o hago cosas de las que luego me arrepiento.

Las personas impulsivas pueden tener consecuencias negativas en sus relaciones sociales o laborales.

 

Hiperactividad

La hiperactividad es un exceso de movimiento: puede ser macro (saltar, correr…) o micro (mover el pie, el lápiz, movimientos en la silla…). Tienen una necesidad incontrolada de moverse, a pesar de saber las consecuencias que les puede llevar. Además de la hiperactividad motora puede aparecer la hiperactividad cognitiva. Ésta implica un gran flujo de pensamiento. Generando, en ocasiones, ruido mental y gran malestar en la persona.

 

Funciones ejecutivas

Otro síntoma altamente influyente es el déficit en función ejecutiva. Las funciones ejecutivas son un conjunto de funciones necesarias para ejecutar cualquier acción: organización, planificación, toma de decisión y flexibilidad cognitiva entre otras. En definitiva, es la función cognitiva más compleja que desarrolla nuestro cerebro. Tanto que tardamos casi 20 años en madurarla.

Te pongo un ejemplo: Imagina que mañana tienes que ir al médico (toma de decisión) para ello planificas la hora a la que te tienes que levantar, qué metro debes coger, en qué parada bajar y por qué calles caminar hasta llegar al lugar (planificación, secuenciación, estimación del tiempo). Sin embargo, cuando llegas al metro te das cuenta que éste está cerrado por obras. Deberás reestructurar tu plan (flexibilidad cognitiva) para conseguir llegar a tu objetivo.  

Para cualquier tarea (hacer la comida, vestirse, hacer un informe…) necesitamos de nuestra función ejecutiva.

Una persona con disfunción ejecutiva será una persona caótica, le costará planificar los pasos a realizar, quizás empieza por el final o empieza varias cosas a la vez sin acabar ninguna. Le costará seguir una secuencia de tareas o elaborar alternativas ante cualquier contratiempo.  

 

Existen tipos y grados de TDAH?

Si, según el DSM-V[i] se diferencian tres tipos que dependen de la predominancia del síntoma: TDAH de predominio inatento, de predominio hiperactivo-impulsivo o de predominio combinado (aparecen los 3 síntomas). Por tanto, ya no se diferencia entre TDA o TDAH, siendo obsoleta tal nomenclatura.

Los grados irán en función de la interacción de los síntomas con la vida diaria (ámbito social, académico/laboral y familiar). Cuanta más interferencia con la vida diaria mayor gravedad.

 

 

¿Cómo es el TDAH en el adulto?

Dos tercios de los niñxs diagnosticados de TDAH mantienen la sintomatología en la etapa adulta. Sin embargo, la sintomatología varía a lo largo de las diferentes etapas vitales. En la infancia prima más la hiperactividad y la impulsividad, mientras que, en la adultez, éstas parecen menguar y permanece la inatención y la disfunción ejecutiva. En la etapa adulta a pesar de que disminuye la hiperactividad motriz, continúa habiendo una hiperactividad cognitiva (Piensan tres cosas a la vez, se le entrecruzan pensamientos…).

Un perfil de adulto TDAH podría ser una persona creativa, emprendedora gracias a su inquietud, aunque poco constante debido a su impaciencia y a su tendencia rápida al aburrimiento.

 

 

¿Qué evidencias científicas existen sobre el TDAH?

El concepto apareció a inicios del s.XVIII por Crichton bajo la denominación “inquietud mental”. Fue en 1798 cuando se describió lo que actualmente conocemos como TDAH inatento.

Hasta el momento hay casi 50.000 artículos científicos publicados sobre TDAH y más de 2000 artículos en lo que llevamos de año. Esto demuestra que el TDAH es uno de los trastornos más estudiados y que suscita gran interés a la comunidad científica.

 

¿Cómo funciona un cerebro con TDAH?

Numerosas investigaciones han reportado un desarrollo neuroanatómico anormal. En 2012 Shaw compara la neuroimagen de 234 chicxs con TDAH y 231 chicxs con desarrollo normal y corroboró un retraso madurativo en el lóbulo frontal. En un estudio de neuroimagen (Kumar, Arya, & Agarwal, 2017) confirman una reducción del grosor cortical en la corteza frontal superior izquierda, orbito-frontal izquierda y la corteza cingulada anterior dorsal izquierda. Además, hallan una disminución del volumen de materia gris y sustancia blanca en áreas cortico-subcorticales prefrontales. Todas las áreas nombradas pertenecen a áreas frontales que, según la literatura, es la región más implicada en el TDAH. El lóbulo frontal y más concretamente la corteza prefrontal, está altamente involucrada en las funciones ejecutivas, atencionales y en la regulación emocional y de la conducta.  

Corteza prefrontal
Corteza prefrontal

 

Respecto a la conectividad se ha puesto en evidencia una disminución de la actividad de dopamina debido a una mayor recaptación sináptica de este neurotransmisor. Esto se traduce en que las personas con TDAH tienen un déficit de dopamina. La dopamina es fundamental para el correcto funcionamiento de las funciones cerebrales. Se relaciona con la regulación emocional, la atención, las funciones ejecutivas y las funciones motrices entre otras.    

 
Vías dopaminérgicas
Vías dopaminérgicas

 

 

¿Qué hacer si creo que tengo TDAH? Diagnóstico

Si te sientes identificadx con lo leído hasta el momento, la recomendación es realizar un diagnóstico. El diagnóstico te permitirá establecer cuáles son tus puntos fuertes/débiles sobre tu perfil cognitivo. Te permitirá entenderte, saber por qué actúas así.

Actualmente, no existe una prueba determinante para el diagnóstico del TDAH. El diagnóstico es clínico, es decir, será la aparición de los síntomas en la infancia y la interferencia de éstos en el día a día de la persona. Está claro que todxs tenemos momentos en los que somos inatentxs o impulsivxs, la clave es cuánto te interfiere la inatención o la impulsividad en tu día a día. ¿Te permite desarrollar con normalidad tu trabajo? ¿Te interfiere en tus relaciones sociales? ¿con tu pareja?.

En Neuro&Psico el diagnóstico se realiza desde neuropsicología y consta de tres bloques:

1.- Anamnesis: donde se recoge la historia de vida del paciente (antecedentes, historia del desarrollo, de aprendizajes, situación actual…)

2.- Exploración neuropsicólogica a partir de test psicométricos y cuestionarios que abordan la esfera cognitiva, emocional y conductual. Los resultados de estas pruebas se comparan con personas de tu misma edad. Observar así, si tu rendimiento está dentro de la normalidad.

3.- Devolución: en esta última sesión se explica las conclusiones del diagnóstico y sobre todo, qué hacer con toda esta nueva información (recomendaciones).

 

¿Qué hacer si ya sé que tengo TDAH?: Intervención

Si ya tienes el diagnóstico el siguiente paso es realizar una intervención específica.

En TDAH adulto existen tres bloques de intervención que se abordarán en función del perfil de cada persona y su demanda.

  1. Intervención neuropsicológica: Consiste en trabajar estrategias para mejorar tu planificación y reducir la tendencia a la procrastinación. Mejorar la eficiencia de tu gestión atencional y del tiempo. En definitiva, dotar de estrategias para reducir el impacto de la sintomatología.
  2. Psicoterapia: En consulta nos llegan personas con diagnóstico tardío de TDAH con un autoconcepto muy negativo sobre ellos. Que a lo largo de toda tu vida escolar te lancen etiquetas como: eres un vago, no te implicas, podrías hacer más… hace que crees un sistema de creencias basado en un autoconcepto negativo sobre ti. Que creas que no eres suficiente, que no eres capaz o que no eres útil. La psicoterapia nos ayuda a reaprender, a crear un nuevo sistema de creencias más adaptativo y mucho más amable hacia ti.
  3. Tratamiento farmacológico: Recordamos que una de las causas del TDAH es una afectación neuroquímica. El fármaco permite estabilizar los niveles químicos y por tanto, estabilizar la sintomatología consecuente. Será el psiquiatra quien, junto con el paciente, valorará la necesidad o no de intervenir desde la farmacología.

Bibliografía

  • Kumar, U., Arya, A., & Agarwal, V. (2017). Neural alterations in ADHD children as indicated by voxel-based cortical thickness and morphometry analysis. Brain and Development. https://doi.org/10.1016/j.braindev.2016.12.002
  • Shaw, P., Malek, M., Watson, B., Sharp, W., Evans, A., & Greenstein, D. (2012). Development of cortical surface area and gyrification in attention-deficit/hyperactivity disorder. Biological Psychiatry, 72(3), 191–7. https://doi.org/10.1016/j.biopsych.2012.01.031
  • Barckley, Tomar el control del TDAH en la edad adulta. 2013
  • [i] Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-V)

 

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